lunes, 5 de mayo de 2014


Diferencias en el sexo masculino y femenino


Según un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania, el cerebro manifiesta ciertas diferencias en cuanto a sus conexiones dependiendo el sexo de la persona. El estudio ha revelado que el cerebro del hombre y de la mujer trabaja de manera diferente. El estudio, que ha analizado los mapas de conectividad cerebral de 521 mujeres y 428 hombres de entre 9 y 22 años, señala que las mujeres tienen un mayor número de conexiones entre los dos hemisferios del cerebro, mientras que los hombres presentan más vínculos entre la parte frontal y la trasera. En el caso de las mujeres, según recoge la agencia AFP, estas conexiones implican que las mujeres tienen una memoria superior, una mayor inteligencia social y mejores aptitudes para ejecutar varias tareas a la vez y para encontrar soluciones en grupo. Las conexiones cerebrales de los hombres se producen entre el centro de coordinación de acciones y el cerebelo, importante para la intuición, lo que facilita aprender y ejecutar una sola tarea y proporciona generalmente un mayor sentido de la orientación. Los resultados de este trabajo coinciden con otros similares de la misma universidad, que atribuía una mayor capacidad de atención, memoria e inteligencia social a las mujeres, mientras que los hombres mostraban una mayor capacidad y velocidad de tratamiento de la información. Esta investigación abre camino a seguir definiendo qué conexiones neuronales son propias de un solo sexo y cuáles se comparten, detectándose de esta forma las diferencias en la manera de pensar de ambos sexos. 


Los científicos firmantes del documento han sido los primeros sorprendidos ante un descubrimiento que respalda estereotipos más propios de conversación de sobremesa: que las mujeres son más intuitivas, tienen mejor memoria e inteligencia emocional, y que los hombres poseen una mejor coordinación y percepción del espacio. Esto es así, afirman, porque en las féminas se dan más conexiones entre los hemisferios derecho e izquierdo, mientras que en los varones existe una mayor conectividad entre las zonas anterior y posterior de cada uno de ellos.

Dado que el hemisferio derecho controla la intuición, y el izquierdo la actividad racional, una mayor actividad entre ambos facilita el pensamiento analítico y el intuitivo, como ocurre en la mujer. Al mismo tiempo, cada hemisferio está dividido en zonas: la anterior, que controla los músculos, y la posterior, sobre la nuca, responsable de la visión. Así, cuantas más conexiones entre estos dos módulos, mayor coordinación entre la vista y los movimientos, y mejor preparación para la acción, como ocurre en el caso del hombre.

La investigación -949 personas de 8 a 22 años estudiadas con escáner- es de las más amplias en este campo, pero no la primera. El pasado marzo la Universidad de California y científicos de la Autónoma de Madrid, la Fundación Reina Sofía y la Complutense concluían que el cerebro de la mujer es más eficiente. El estudio buscaba desentrañar porqué siendo de menores dimensiones que el del hombre -un 8% más grande-, rinde igual intelectualmente.

Y concluyeron, tras realizar tests de inteligencia, que requería menos energía, menor número de neuronas para llevar a cabo una tarea, y que, en algunos casos, lo hacía mejor. Concretamente en razonamiento inductivo, ciertas operaciones numéricas, y en adaptación a los cambios.

Los hombres, por su parte, mostraban una mejor percepción espacial. Ambos documentos ofrecen explicación científica a una cuestión que durante tiempo se achacó a otras causas. «Inicialmente fueron estudios psicológicos los que constataron diferencias entre el cerebro del hombre y el de la mujer, pero que se creía podían responder a factores educacionales y genéticos», dice David Pérez, neurólogo y presidente de la Fundación Cerebro. «Conforme fueron cambiando los roles culturales, se detectó que las diferencias persistían, lo que llevó a pensar que eran neurobiológicas». En cualquier caso invita a no percibirlo «como una competición. La asociación de ambos es lo que ha permitido que nuestra especie haya progresado». Aunque no haya evitado millones de crisis domésticas al volante.

Neurocientíficos estadounidenses investigaron el año pasado por qué los hombres parecían tener más facilidad para procesar información abstracta que las mujeres, por ejemplo, a la hora de leer mapas. Para ello, pidieron a grupos de ambos sexos que analizaran un complejo diagrama y dibujaran cómo quedaría si le dieran la vuelta. El resultado fue que los hombres lo hicieron más rápido que las mujeres. Más tarde, bajo el escáner, se comprobó que los varones desplegaban una mayor actividad en cuatro áreas del cerebro asociadas a la toma de decisiones, el enfoque en una sola tarea, y la visualización. Según Richard J. Haier, neurólogo pediátrico, los hombres son mejores que las mujeres en determinadas habilidades de visualización espacial. Esta podría ser la causa de que el número de damas en la ciencia, que es de un 50% de media, sobre todo en ciencias de la vida, se reduzca al 95% en ingeniería, matemáticas o física, tal y como explica el neurólogo español David Pérez. En cualquier caso, la ventaja que tienen los varones para leer mapas podría desvanecerse si tuvieran que hacer algo más al mismo tiempo. El mayor número de conexiones en el cerebro femenino permite a las mujeres afrontar más desafíos a la vez. Hay estudios que señalan que ellos tienen la misma capacidad pero simplemente se ponen de peor humor enfrentados a la situación.




Fuentes:

http://www.20minutos.es/noticia/1996165/0/estudio-cerebro/hombres-mujeres/diferencias-sexos/

http://www.elmundo.es/cronica/2013/12/08/52a3332961fd3dbc0a8b456a.html



Los roles sociales

Se han desarrollado teorias concernientes al proceso de adquisición del rol sexual. Estas diferentes interpretaciones del proceso por el cual los niños y las niñas van organizando su desarrollo psíquico de acuerdo con las características masculinas y femeninas que se presuponen específicas de cada sexo, difieren entre sí en la consideración de cuáles son las causas determinantes de tal diferenciación. El enfoque biologicista tiene a subrayar los posibles efectos de la estructura anatómica y fisiológica, biológicamente determinada, en la aparición y desarrollo de diferencias en la conducto humana. La teoria  psicoanalítica enfatiza la importancia que ejerce en el niño la identificación con la figura paternal del mismo sexo. La teoría del aprendizaje social destaca el papel que la observacion y el moldeamiento desempeñan en la adquisición de conductas adecuadas para cada sexo. A su vez, la teoría cognitiva insiste en los caminos a través de los cuales los niños se socializan, tras haber quedado firmemente categorizados como varón o hembra.

Dentro del enfoque antropológico, podemos distinguir tres conjuntos de teorías: las elaboradas por los primeros antropólogos, las derivadas del enfoque funcionalista y las enmarcadas dentro de la corriente estructuralista.

El antropólogo ingles L. Morgan postuló la idea del colectivismo sexual primitivo que conlleva necesariamente al matriarcado, ya que la única manera de asegurar la filiación es por vía materna. Estas aportaciones fueron rechazadas a pesar de la buena aceptación de que gozaron al principio.

El enfoque funcionalista enfatiza que los sentimientos y actitudes se hallan moldeados por el clima social y representan un papel activo en el funcionamiento social, pues son un instrumento que la sociedad emplea para regular sus actividades. Es decir, que las mujeres y los hombres pertenecen a ámbitos separados, diferentes, pero complementarios, y así han de mantenerse, so pena de crear poderosos conflictos sociales. En cuanto al ámbito biológico, se explica que las diferencias sexuales no son aplicables a los caracteres sociales del hombre y la mujer; sino que éstos son simples construcciones arbitrarias; por lo general, la sociedad no institucionaliza una sola pauta caracteriológica, sino que se asignan rasgos aislados para diferentes clases, sectas, edades, etc. Si la sociedad considera útil establecer una cierta pauta caracteriológica para un grupos de sus miembros, lo hará sin tener en cuenta sus cualidades reales, y tendrá exito casi siempre.

El principal representante del estructuralismo es el antropólogo alemán C. Lévi-Strauss quien dice que la "humanidad" surge con el nacimiento del natrimonio, que ocurre debido a la prohibición del incesto a la instauración de la exogamia. Y aquí es donde ocurre la dominación de la mujer por el hombre: la exogamia (que desempeña un papel político, pues permite asegurar la cohesión de los grupos sociales) lleva a que los hombres controlen el intercambio de mujeres.

Los hombres se han reservado para sí el desempeño de aquellas tareas más importantes para el funcionamiento social, especialmente en la medida en que éstas implican el control sobre los demás aspectos de la dinamica social. Las características propias de cada sexo que encontramos en las expectativas y prescripciones sociales son: los hombres son más inteligentes, fuertes, hábiles y ágiles que las mujeres; están interesados en valores teóricos, económicos y políticos, mientras que las mujeres lo están en valores estéticos, sociales y religiosos; la personalidad del hombre posee como rasgos la independencia, dominancia, notivacion por el éxito e inexpresividad, y de la mujer, la dependencia, afectividad y expresividad; el hombre tienen una sexualidad poderosa y activa, mientras que en la mujer el desarrollo de ésta es mínimo y tiene un carácter marcadamente pasivo.

Los resultados de las investigaciones han demostrado, en líneas generales, que los hombres y mujeres se adecuan bastante en la práctica a lo que determinan estas prescripciones sociales como propio de su sexo. Sin embargo, las investigaciones han demostrado también que esa correspondencia entre las prescripciones sociales y la realidad se debe, fundamentalmente, a variables socioculturales y no a determinantes de tipo biológico.

Androginia y homosexualidad

Se refiere a un organismo que tiene características tanto masculinas como femeninas. Pero cuando los psicólogos hablan de andrógina significa que una persona tiene un equilibrio entre lo que normalmente se consideran características psicológicas masculinas y femeninas.

Según la Real Academia Española, actualmente ambos términos pueden utilizarse como sinónimos, aunque proporciona para "Andrógino" una definición alternativa que específica "Dicho de una persona: Cuyos rasgos externos no se corresponden definidamente con los propios de su sexo".  El andrógino sería pues o bien un ser físicamente intermedio, con rasgos sexuales de hombre y de mujer, o bien un hombre o una mujer que no aparenta de forma clara el sexo al que pertenece.

Una persona andrógina no es una persona homosexual, ellos deciden que sexo ser y que preferencias tener,  pero no tiene nada que ver con la homosexualidad ya que ellos aunque tengan las características de ambos sexos uno predomina.





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